Una de las primeras cosas que vienen a la mente cuando se habla de China, es la muy estrecha relación que las culturas asiáticas tienen con el arroz.
Y podría ser una historia muy larga que podría remontarse a un período muy antiguo, hace casi 10 mil años.
El descubrimiento de algunos grupos de estudio arqueológico y geológico ha permitido formular la hipótesis de que los primeros intentos de "domesticación" y de cultivo de cereales se remontan a tiempos muy lejanos, incluso al final del Pleistoceno.
Como informa varias fuentes, entre ella, “The Atlantic”, el examen de algunos fitolitos contenidos en los restos de arroz descubiertos en el sitio arqueológico de Shangshan, a orillas del Río Azul, contaría una historia interesante, la del paso cultural de los primeros chinos desde la etapa de recolectores y cazadores a la de las civilizaciones agrícolas asentadas.
Los fitolitos son partículas que no se ven afectadas por el paso del tiempo, ni pueden ser digeridas o quemadas. En ese sitio, uno de los primeros donde se atestigua la gran presencia del arroz en la dieta, los hay en todas partes. Se trata de depósitos de sílice presentes en determinados tipos de plantas, incluido el arroz consumido en las orillas del Yangtsé.
En Shangshan, por lo tanto, se descubrirían los primeros rastros del paso de la época en la historia de la humanidad. Cuando los primeros grupos abandonaron la vida nómada de cazadores y simples recolectores para fundar, en la agricultura y la producción, las primeras aldeas.