
El origen de este platillo se remonta a la dinastía Song y se relaciona con un famoso poeta de la época, Su DongPo, quien se destacaba no solamente como poeta, sino también por su arte culinaria, en especial por la preparación de la carne de cerdo.
Debido a problemas políticos por haber criticado al emperador, se vio desterrado y se fue exiliado en Hangzhou, donde llevó una vida de pobreza. Se cuenta que un día Su estaba preparando un estofado de carne de cerdo a fuego lento; un amigo lo visitó y se concentraron en jugar ajedrez chino, perdiendo la noción del tiempo; hasta que un delicioso aroma los distrajo del juego y Su al voltearse para ver la hornilla, vio que la olla estaba ardiendo, y de allí nació su amor a la cocina al probar esa carne que se había convertido en un manjar.
Cuenta la historia, que después de un tiempo, Su supervisaba un trabajo en las cercanías del Lago XiHu, que corría el riesgo de ser destruido por las terribles inundaciones.
Su convocó más de diez mil hombres para desviar el curso del río y en agradecimiento por su exitosa labor, los habitantes de la ciudad le llevaron kilos de carne de cerdo. Su sin saber qué hacer con tanta carne, les pidió a sus cocineros que cocinaran la carne según su receta para repartirla entre las familias de los trabajadores junto con una botella de vino.
Los cocineros entendieron mal la petición de Su y le agregaron el vino a la carne.
De allí el resultado de este exquisito platillo.