Hangzhou es considerada una de las ciudades más hermosas de China, se encuentra al sur de Shanghái, en las orillas del río Yangtse. Su gastronomía tradicional se caracteriza por emplear verduras frescas, especias delicadas y por una cocción lenta para evitar que no se altere el sabor de sus platillos, considerados entre los mejores de China, debido a su frescura y suavidad con una fragancia inimitable.
El pollo del mendigo es parte de la lista de los platos tradicionales; alrededor del origen de este platillo giran muchas historias, una de ellas narra que un mendigo empujado por el hambre y el frío, robó un pollo al emperador y cuando iba a cocerlo en una hoguera, que él había improvisado, escuchó que los soldados se acercaban.
Para evitar ser descubierto, cubrió el pollo con barro y lo enterró al lado de la fogata y una vez que los soldados se alejaron, desenterró el pollo y para su asombro estaba envuelto en la arcilla que se había endurecido.
El mendigo rompió la arcilla y para su sorpresa el pollo se había cocinado.
Hoy en día esta receta aún se prepara en muchos restaurantes. Un pollo entero es rellenado con diferentes ingredientes, dependiendo de la región, pero siempre son verduras y delicadas especias, se envuelve en hojas de loto para envasarlo y aislarlo de la arcilla con que se envuelve para sellarlo y finalmente se hornea durante tres a seis horas.